El desempeño de la motocicleta de propulsión eléctrica, SWIGZ en la carrera WERA Heavyweight Twins Superbike & Superstock, dejó en claro que un motor eléctrico es capaz de competir contra cualquier moto de pista.
Además de haber llegado en segundo y tercer lugar en las dos carreras en las que participó, la SWIGZ, piloteada por Chip Yates también logró marcar la vuelta más rápida en el circuito de Fontana.
Los diseñadores del bólido eléctrico lograron mejorar la conducción al colocar la mayoría de las baterías en la zona del tanque de gasolina, con lo que la manejabilidad del tren delantero se volvió más precisa. En un inicio las pilas habían sido colocadas en la parte posterior, haciendo que el piloto tuviera que luchar para mantener la dirección cada que aceleraba.
Con estos resultados, la SWIGZ demuestra que la propulsión eléctrica puede ser una alternativa para las carreras de motos, sin perder la espectacularidad en las pistas.
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